Si tuviéramos que elegir un componente de las cámaras como caracterizador de su calidad, ese sería el sensor. El captor (como también se denomina al sensor), es el encargado de recoger la luz que entra a través de la óptica para convertirla en información digital a parir de la cual se genera la imagen en formatos JPG o RAW generalmente.
De la calidad del sensor depende en buena medida la calidad final de las imágenes, junto con el procesador de imagen y la óptica, claro. Pero si falla el sensor, todo lo demás queda en un segundo plano.