Los altavoces inteligentes llegaron ya hace algunos meses de la mano de compañías como Google y más recientemente Apple. Eran básicamente interfaces de voz con las que podemos comunicarnos hablando para obtener respuestas a preguntas acerca de nuestra agenda, el tiempo meteorológico, solicitar una traducción o información sobre cualquier entidad que tenga una referencia válida en Internet, así como poner música que pidamos y que se encuentre en portales de streaming como YouTube.
Ahora, llega la segunda generación de dispositivos inteligentes, en los que nos encontramos con una pantalla de tamaño variable dependiendo del modelo, que añade a las respuestas de voz, la dimensión gráfica y visual donde al contenido de voz y de música se añaden las imágenes o el vídeo. Google ha sido la que ha hecho el movimiento más destacable en el campo de los asistentes con pantalla gracias a su propio modelo Google Nest Hub, y a modelos como los Lenovo Smart Display con dos tamaños de pantalla.