En las cámaras, el sensor es, posiblemente, el componente más importante a la hora de categorizarlas. Al hablar de una cámara, de hecho, también se suele hablar de “tantos o cuantos” megapíxeles tiene dicho elemento. El sensor es después de todo el encargado de capturar la luz que llega a través de la óptica para convertirla en las imágenes que finalmente se almacenan en la tarjeta de memoria de la cámara o en la memoria del teléfono. Las imágenes finales serán peores o mejores dependiendo de lo bien o mal que capture la luz.
A un nivel más técnico, los sensores se caracterizan mediante diferentes variables como el tamaño, la tecnología empleada para capturar la luz a través de los fotocaptores o el número de píxeles que se encuentran presentes en el sensor. De modo indirecto encontramos otro parámetro importante: el tamaño de cada píxel. Sintetizando su importancia, a mayor tamaño del sensor y de sus píxeles, mejor.
Se trata de una noción algo compleja, así que vamos a explicarte por qué.